Si en las producciones cerveceras a nivel industrial el lúpulo es ingrediente esencial, en la fabricación craft se convierte en uno de los elementos clave y más selectos a la hora de aportar esos matices que distinguen y convierten cada producto en único y excepcional.
El lúpulo está en pleno apogeo. No hay más que echar un vistazo a las redes sociales, a los e-commerce o a los estantes de los supermercados y establecimientos, para comprobar que este ingrediente es fundamental para el consumidor. Hasta tal punto, que la mayoría de las opciones se eligen en función de los lúpulos con los que se haya elaborado.
Los productores y proveedores de lúpulo llevan nada menos que aproximadamente dos décadas probando e innovando, lanzando nuevas variedades, tipos y subtipos apasionantes y nunca antes vistos en el mercado.
Sin embargo, los últimos meses han desacelerado el ritmo especialmente en Europa, en gran parte, debido a la cosecha del último verano. Los meses estivales fueron complicados para el cultivo del lúpulo, algo que finalmente repercutirá sobre los sabores últimos en la lata o la botella.
Muy distinta es la situación de USA. En 2021 Hop Growers of America recolectó nada menos que 116,5 millones de libras, y aunque se ha producido una pequeña disminución este año, la producción estadounidense continúa batiendo récord, con el 40% de la venta de lúpulo a nivel mundial.
No obstante, y a pesar de la actual situación, la experimentación con el lúpulo no se ha detenido, así como tampoco el lanzamiento de nuevas y apasionantes variedades en la industria.
La constante experimentación con el lúpulo
Una de las cuestiones que debemos plantearnos es ¿por qué no debe detenerse la experimentación con el lúpulo? Básicamente,
- porque esta práctica impulsa la elaboración artesanal, a través de la inversión en nuevas tecnologías, como los terpenos de lúpulo en formato líquido, los lúpulos criogenizados y las diferentes mezclas.
- y en segundo lugar, porque el lanzamiento de nuevas variedades de lúpulo mantienen esa pasión del público deseoso por probar nuevas recetas.
El gran desafío: una tardía comercialización
Uno de los grandes desafíos para la industria cervecera artesanal es el tiempo. Una nueva variedad de lúpulo tarda en salir al mercado como mínimo una década; y aunque merece la pena esperar, no todos los días salen nuevos lúpulos, teniendo en cuenta que este es un ingrediente esencial de la cerveza.
Para que los resultados sean plenamente satisfactorios, se debe sumar el tiempo de reposado y envejecimiento de algunos estilos de cerveza. En definitiva y aunque finalmente merece la pena, los esfuerzos para la elaboración de nuevos productos son tremendamente elevados.
Algunas de las nuevas tendencias de lúpulos en el mundo
1. Estados Unidos
Talus (HBC 692)
Talus fue polinizado y es descendiente directo de la variedad Sabro. Se emplea para adiciones tardías y el dry hopping. De alta intensidad, con carácter general resulta ideal para IPAs, sus derivados (NEIPAS, Hazy, Imperial IPA, Session IPAs, etc), y para las cervezas lupuladas en general. Desprende aromas a pomelo, notas florales, amaderadas, cremosas, a pino y resinosas.
“Vista”, una de las variedades más prometedoras
Anteriormente se llamó USDA Elite Line 074, y Vista llegó al mercado por la crítica tan positiva de los cerveceros de Hopssource 2019, el programa que organiza la Asociación de Cerveceros de Yakima Valley Hops.
Su perfil es muy refrescante, y mezcla muy bien con otros lúpulos como Mosaic y Citra.
2. Australia. Eclipse Hop
Aunque es un lúpulo muy actual, su origen se remonta nada menos que a 1915, pero ha habido que esperar a su desarrollo casi un siglo después, hasta el año 2004, y su comercialización en 2020, para poder ver las sensaciones que causa este lúpulo. Son varias generaciones de polinización cruzada, las que han pasado como la variedad Fuggle, Brewer’s Gold, Comet y Pride of Ringwood de tintes puramente australianos, hasta lograr este ejemplar.
Eclipse es muy versátil y se puede emplear durante todos los procesos de elaboración de una cerveza. Cuando se añade en el whirlpool, aporta toques a mandarina dulce y la intensidad de la cáscara de cítricos y pino.
3. Nueva Zelanda. Nectaron
Nectaron (HORT4337) es una variedad de lúpulo neozelandesa que se desarrolla por Plant & food Reasearch, hermana y muy similar a las variedades Waimea y Pacific Jade. Se desarrolló por primera vez en 2004 y su plena expansión se ha producido durante 2016-17, lanzándose y comercializándose definitivamente en 2020.
Nectaron se emplea en esas adiciones de ebullición tardía, incluido en el dry hopping. Con intensos aromas a frutas tropicales como la piña y el maracuyá, melocotón y cítricos como el pomelo, va muy bien con los estilos Strong Pale Ales y las IPAs.
4. Alemania. Solero
Solero es un lúpulo resultado del cruce entre el Cascade estadounidense y el popular Hallertau alemán. Este lúpulo aporta un sabor muy afrutado y cierto toque picante. Resulta propicio para cervezas ligeras y refrescantes, así como para las lupuladas.
Fue lanzado por Hopsteiner en 2019 como un lúpulo aromático con toques de frutas tropicales.
5. “Elixir” de Francia
El tipo Elixir es un lúpulo complejo que es capaz de ofrecer aromas únicos a coñac, cuero y tabaco, junto a toques complementarios a cítricos dulces y a frutas tropicales. Va muy bien para esas cervezas más oscuras e intensas.
Francia no se caracteriza por ser un país de cultivo del lúpulo, pero fue en 2014 cuando se lanzó a este mercado uno de sus lúpulos más conocidos en Estados Unidos: Barbe Rouge. A partir de aquí siguió cultivando ejemplares muy interesantes.
6. Reino Unido: Harlequin
La variedad Harlequin es hija de Godiva. Parece imponerse como alternativa y sustituto de Mosaic y contiene aromas a maracuyá, melocotón y piña.
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